Rizoma walk & out

Continuamos el camino iniciado en Junio de 2015 tras la celebración de WALK&IN en RIZOMA de ese mismo año. En aquel entonces, reflexionamos sobre el camino como herramienta intelectual, como actividad beneficiosa para el pensamiento creativo, como puerta a la abstracción, donde se generan las ideas. Además, el artista Manuel Rufo nos invitó a un “dibujo caminado”. Para ello, utilizando sencilla tecnología de tracking, dibujó tras el paseo una imagen que puede ser vista mediante aplicaciones de representación del territorio. En esta ocasión, nuestras reflexiones nos llevan a la idea de quienes cogen un camino con un propósito, con una intención. Cuando el camino se convierte en puente entre nuestra realidad y nuestros deseos. Cuando le otorgamos al camino un sentido sanador y creemos que va a ser beneficioso para nosotros. Queríamos reflexionar sobre las peregrinaciones, los que caminan por promesas, siendo el camino tan importante como el destino. El camino como ofrenda, como regalo para cual sea el dios que lo escuche. El camino como territorio abstracto donde reconciliarse con uno mismo. También sobre las romerías, los caminos festivos, las marchas reivindicativas…y el exilio. Nuestras reflexiones nos llevan también al camino de los refugiados. Personas que, un día, dejaron sus casas e iniciaron un camino hacia un destino mejor. Todo exilio comienza con un paso y queremos honrar los pasos de los millones que caminan cada día en busca de un territorio mejor. Hoy, ahora, en algún lugar del mundo, una mujer, un hombre, un niño, está caminando como forma de huida. En palabras de Julen Robles: “…y queremos honrar esos pasos, queremos hacerlos nuestros y decirles que el camino también es un espacio de protección entre el origen y el destino; y que no se sientan solos porque el ser humano siempre fue nómada y el camino está en nuestros genes”