Roberto Devereux - Ópera Preg. MET CAN 16-17

ACTO I Londres, 1601. En el palacio de Westminster, Sara, la duquesa de Nottingham, vive angustiada por el amor que siente por Roberto Devereux. La reina le dice que ha decidido seguir el consejo de Nottingham, el esposo de Sara, y recibir a Roberto, que ha regresado de Irlanda acusado de traición. Elisabetta está dispuesta a perdonarle siempre y cuando él aún la ame. Lord Cecil exige que la reina firme la sentencia de muerte de Roberto, pero ella no está convencida de su deslealtad. Elisabetta revela a Roberto que está dispuesta a perdonarle. Sin embargo, al ver la frialdad con la que reacciona cuando ella le recuerda el amor que una vez compartieron, aumenta sus sospechas. Cuando Roberto niega estar enamorado de otra, Elisabetta se convence de que la ha traicionado y decide que debe morir. Llega el duque de Nottingham para saludar a Roberto y este rehúye su abrazo. A Nottingham le preocupa la seguridad de su amigo y también está angustiado por su esposa, a la que encontró llorando sobre un chal azul que estaba tejiendo. Cuando lo convocan a presentarse ante el consejo que decidirá el destino de Roberto, Nottingham le asegura que hará todo lo que pueda para defenderlo. En los aposentos de Nottingham, Sara piensa en el peligro en el que se encuentra Roberto. De repente, aparece él y le reprocha haberse casado con Nottingham cuando él se encontraba en Irlanda. Ella le dice que fueron órdenes de Elisabetta. Sara le recuerda que él también lleva el anillo de la reina. Roberto se lo quita y le asegura que es a ella a quien ama. Sara le implora que huya y le entrega el chal azul en señal de su amor. ACTO II La corte espera noticias de la suerte de Roberto. Cecil anuncia que el consejo ha decidido sentenciarlo a muerte y Sir Walter Raleigh comunica que lo han arrestado. Raleigh informa de que al hacerlo Roberto ocultaba un chal azul. Elisabetta, furiosa, examina ahora la prenda. Cuando traen a Roberto, la reina se vuelve contra él y le muestra el chal. Roberto y Nottingham reaccionan con estupor. La sorpresa de Nottingham pronto se transforma en celos. Elisabetta exige una vez más conocer el nombre de su rival, pero Roberto se niega a revelarlo. La reina firma la sentencia de muerte. ACTO III Sara recibe una carta de Roberto instándola a entregarle el anillo a Elisabetta y a esperar su clemencia. Antes de que pueda hacerlo, aparece Nottingham. Este lee la carta y ordena que encierren a Sara. En su celda de la Torre, Roberto espera poder limpiar el nombre de Sara antes de morir. Cuando aparece Raleigh para llevarlo a su ejecución, Roberto se da cuenta de que lo único que puede hacer es rezar por ella. En Westminster, la reina se pregunta por qué Sara no está ahí para consolarla. A pesar de todo, quiere que Roberto viva y espera que le envíe el anillo pero, en su lugar, aparece Cecil para comunicarle que llevan a Roberto camino del tajo. Cuando Sara llega corriendo con el anillo y confiesa que ella es su rival, la reina ordena que detengan la ejecución. Pero es demasiado tarde: un cañonazo anuncia la muerte de Roberto. Elisabetta se vuelve en contra de Nottingham y Sara por no haberle llevado antes el anillo. Nottingham contesta que él solo quería venganza. La reina ordena que se los lleven a los dos. Atormentada por una visión de Roberto decapitado, Elisabetta lo único que quiere ahora es liberarse de su papel de reina.