Letters to Paul Morrissey

Paul Morrissey dirigió a Joe D’Allessandro en una trilogía de películas míticas que produjo Andy Warhol. Trash, Flesh y Heat se convirtieron así en la punta de lanza de un cine salvaje, despiadado, que retrataba el universo urbano de los 60 y 70 sin condescendencia, a través de un hiperrealismo feroz. No es de extrañar, a partir de ahí, que este film de Armand Rovira y Saida Benzal intente recoger ahora aquella herencia para crear una nueva ficción envolvente, arrasadora. Morrissey es aquí el destinatario de unas cartas que varios personajes le envían para hacerlo inesperado cómplice de sus desventuras. Y el resultado es un artefacto fascinante que se pregunta no solo por la vigencia de aquel legado, sino, sobre todo, por el modo en que ahora viven y sienten los hijos de una cultura quizá perdida. Rodado en un blanco y negro cegador, he aquí un deslumbrante ejercicio de cine artesanal, de literatura y música hechas imágenes.