Materialistas

Lucy es una joven casamentera en Nueva York, experta en encontrar la pareja ideal para los demás. Pero cuando su propio corazón queda atrapado entre Harry, un encantador magnate de las finanzas, y John, su exnovio y actor con más sueños que éxitos, su vida amorosa se convierte en el mayor reto de su carrera.

Celine Song da un nuevo giro a las características más clásicas del género romántico para crear una hermosa historia de amor que, lejos de conformarse con los clichés, los reinventa con gracia, ingenio y un palpable sentido de la fatalidad. El resultado es una metacomedia romántica que, sin duda, se alza como la más destacada del año —y quizás de muchos otros—, una película que parece decir lo contrario de lo que cree estar diciendo o, tal vez, no tiene del todo claro lo que dice, y aun así (o precisamente por eso) emociona y sorprende. Podría haber sido una mezcla ensimismada del cine neoyorquino de autores como Woody Allen o Noah Baumbach, pero su empeño por reescribir las reglas del género la convierte en algo mucho más audaz y memorable.